sábado, 2 de octubre de 2010

La delincuencia tiene premio en el Perú

Cada vez más el ambiente electoral se torna misterioso, lóbrego y engañoso, cuando muchos soñadores muestran impotencia al recorrer el tramo final al 3 de octubre, en estas circunstancias se escucha a menudo una máxima que se repite; “en política vale todo”, de hecho este principio corresponde a politiqueros que poseen una raquítica fortuna al momento de cosechar votos del exigente mercado electoral.Lo inédito de estos comicios electorales que se avecinan, se puede apreciar que la sociedad no está dispuesta para soportar este tipo de patrañas que no tienen cabidas en la democracia, un gran porcentaje de los candidatos a los diferentes espacios de gobierno que se oferta para el domingo 3 de octubre, están cargados de una historia intolerable y una trayectoria nada decorosa que puedan garantizar un gobierno transparente, en el Perú y solamente aquí, la delincuencia se premia con cargos políticos, resulta más fácil ser conocidos por haber consumado algún hecho delictuoso o haber cometido una serie de actos reñidos contra la moral y las buenas costumbres.Los pueblos del altiplano merecen una autoridad repleta de honor, un hombre que represente y merezca la obediencia de sus ciudadanos, por ningún motivo delincuentes y facinerosos ranqueados puedan ocupar el cargo honorífico de ser el padre del pueblo, reconocerlo es fácil y probablemente no tuvieron valor para declarar ante el Jurado Nacional de Elecciones en su hoja de vida.En la larga lista de candidatos se habla desde pequeños pericotes hasta los más gigantes roedores que quieren establecer su madriguera en alguna alcaldía; a esto se añade aquellos, cuyas manos están teñidos de sangre de pueblo y huelen a teniente gobernador y presidente de comunidad, por suerte se encuentran refugiados en las galerías de algún partido o movimiento político y para no ser desenmascarados cambian para cada coyuntura electoral.Conocer la posición política e ideológica de los futuros gobernantes es elemental para saber cual será la mano con las que gobernará el pueblo, en esta incidental fiesta democrática encontramos a Vasty Lescano, firme bajo el imperio de sus principios sin haber claudicado a sus ideales, dispuesto a rivalizar cuando se trata de los viejos males que retrasan el desarrollo del pueblo.Pero también resulta repudiable la actitud de algunos justicieros que sembraron terror y pánico en el pueblo utilizando una hociquera, hoy pretenden ostentosos cargos en la municipalidad.
El Director.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

DIRECTO Y SIN MÁSCARAS